Rincones con encanto de la Ribeira Sacra

En el interior de Galicia, la zona boscosa y escarpada seccionada por los ríos y colmada por templos religiosos se denomina Ribeira Sacra.

La Rivoira Sacrata en latín es un paraíso horadado por las aguas de sus ríos y por la mano del hombre con una belleza incomparable, con la historia de Galicia en sus huellas y con las más suculentas bodegas de esta Denominación de origen que acuna algunos de los mejores vinos del mundo.

Sus cañones, formados por los impetuosos ríos Miño y Sil, fueron el lugar elegido por las órdenes religiosas del medievo para levantar sus templos. Monjes y eremitas cultivaron durante años estos escarpados terrenos celestiales para lograr unas cosechas que ahora son la envidia del universo vitícola.

Templos de la Ribeira Sacra

Entre sus rincones más emblemáticos destaca el Monasterio de San Estevo, con sus afamados tres claustros, una joya del románico que se remonta al siglo VII y que combina esa magia y belleza profunda propia de la Ribeira Sacra.

Y qué decir de San Cristobo de Cea, ubicado en un pequeño pueblo característico gallego que se encuentra ubicado en un entorno natural propio de la Ribeira Sacra. Sus habitantes fabrican el único pan de la comunidad europea que tiene denominación geográfica protegida.

El pequeño monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil se halla en lo más profundo del souto de Merilán, un extenso bosque de castaños. Es un rincón con un encanto especial, mágico, puesto que abadía y naturalaza se funden en una estampa sacra muy colorida.

El Monasterio de Santa María de Montederramo es un imponente monasterio cisterciense con dos impresionantes claustros que forman parte del Patrimonio Gallego y que deben ser de visita obligada.

Pero si se busca el recogimiento y espiritualidad de antaño se puede disfrutar de la ruta de los casi veinte monasterios románicos. De entre ellos destacan el de  Santa Cristina de Ribas de Sil, Santa María de Ferreira de Pantón, o el  misterioso cenobio de San Pedro de las Rocas, emblema del arte gallego.

Pueblos con encanto

Pueblos con este encanto son los parajes de Monforte de Lemos, Quiroga, Chantada, A Teixeira, O Saviñao o Carballedo. Incluso en la capital de la Ribeira Sacra, en Lemos, se puede disfrutar de una  excursión en barco por el Cañón del Sil.

Por otro lado, también este rincón de historia esconde una antigua calzada romana que discurre entre castaños y que comienza  en Belesar, espacio repleto de casas de cantería cubiertas por galerías

Otro de las visitas obligadas en la Ribeira Sacra es el Mirador de Cabezóas donde podrás admirar el curso del Sil entre las montañas así como los socalcos, esos viñedos dispuestos en los pendientes bancales que esculpen las orillas de los cañones.

Asimismo, un buen descubrimiento es la Fuente de San Benito, cuya leyenda cuenta  que su agua es capaz de eliminar las verrugas.

Castro Caldelas es otra de las villas muy mágicas que amenizan los cañones del Sil. Su famoso castillo, en la actualidad distinguido mirador para comprobar el paisaje de viñedos y castaños. Aquí se asientan las bodegas de Ponte da Boga, con una situación privilegiada en un paisaje de laderas escarpadas y  terrazas de piedra que hacen que sus vinos el mejor ejemplo de la viticultura heroica.

Senderismo

Por otro lado, no debemos olvidar que existen más de medio centenar de rutas de senderismo en Ribeira Sacra, incluido el Camino de Santiago, que recorren viñedos a orillas del Río Sil, templos o montañas.

Otra visita aconsejable es el paseo por el valle del Mao en el punto en que se une al Sil.  Existe una pasarela de madera de dos kilómetros que hace posible el tránsito para disfrutar de sus profundas laderas y intensos bosques de robles y castaños.